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Tregua de agua:/ escribe un chapoteo/ el pez mudo.
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2 comentarios:
Una Luz especial
Era 26 de abril, otra vez, pero aquel día la luz era diferente, no sabía por qué, pero intuía que seria un día diferente, se dirigió hacia la cocina, recogiéndose el pelo con una pinza, había que ponerse manos a la obra, los invitados llegarían a las dos. Se puso el mandil y empezó a trajinar por la cocina, sacando ingredientes, mientras la música sonaba de fondo
“Estuve y no supe que yo estaba ahí /
Yo lo tuve todo y no lo distinguí/
Si blanco, negro, malo, bueno estaba ahí/
Ahora que estoy fuera se lo que perdí /”
TIC TIC TIC…. El portero automático sonaba
¿Quien sería? Era demasiado pronto para los invitados.
- Diga
- ¿Doña Elena Martínez?
- Si
- Le traigo flores
- rrrrrrrrrrrrrrr pulso el botón de apertura de la puerta
¿A quien se le había ocurrido mandarle flores?, nunca lo hacían
Abrió la puerta en el momento en que el repartidor llegaba al rellano.
Primero vio las flores, unas preciosas rosas rojas y blancas y después se fijo en quien las traía, no parecía un repartidor de flores.
Era un hombre de unos 50 años, con barba y gafas, vestía de forma clásica e iba muy aseado, tenía un aire familiar…..
- Felicidades hija
- …. Gracías,
- ¿No me reconoces?
- No....
- ¡No!, ¡no!, ¡no puede ser!, mi padre murió hace 23 años, en Barcelona.
- No, hija “soy yo”
¿Puedo pasar? Creo que tenemos mucho de que hablar.
Entre perpleja y asustada le dejo pasar “Esa forma de caminar y de tocarse el pelo, quizá de verdad era él”.
- Adelante,
pero si no le importa le atenderé en la cocina dijo tomando el ramo de flores
- ¿Quiere un café?, deposito el ramo en un jarrón de cristal y lo puso en el centro de la mesa de su esplendida cocina, aquella luz especial que había percibido por la mañana iluminaba las flores, (quizá era una señal).
- No, no te preocupes por mí, acabó de desayunar, para tomar fuerzas antes de venir. Haz lo que tengas que hacer, no quiero retrasarte en la preparación del festín – dijo mirando todos los ingredientes colocados en las encimeras- si estas trabajando me será más fácil hablarte… y me recordarás las charlas con tu madre siempre en la cocina, sentadito en el rincón para no molestarla, viéndola tan activa¡ Que equivocado he estado Dios mío!.
No se que te habrá contado tu madre, pero aquel viaje a Barcelona, fue una huida, las cosas económicamente iban muy mal, mi socio me estafo dinero, y había perdido la empresa, aguante unos meses trabajando para Mario el de la ferretería, pero hacer de representante no era lo mío y me sentía realmente mal, cuando volvía a casa, con cuatro perras y miraba para vosotras, no podía manteneros como quería, y empecé a beber.
Tu madre se dió cuenta enseguida y me dio un ultimátum. Dijo que no pensaba consentir que me autodestruyera día a día delante de ella y mucho menos, delante de ti. Que tenia que buscar una salida honrosa.
Tordesillas era demasiado pequeño y no había muchas posibilidades, así que, me animo a que me fuera a una ciudad grande, con más posibilidades de encontrar trabajo.
Al principio la cosa fue bien, encontré dos trabajos por hora que podía compatibilizar, pagaban bien y yo solo gastaba en la pensión, el resto se lo mandaba a tu madre.
Pero pasados 8 meses, estaba agotado, física y moralmente, aquello no tenia sentido, yo necesitaba hacer algo más que trabajar 16 horas y dormir, y.....”respiro hondod”, entonces apareció ella. Era una mujer despampanante y divertida, mi vida cambio de color y poco a poco fui enviando menos dinero a tu madre.
Cuando a ti te dijeron que había muerto, fue después del viaje que hizo a Barcelona tu madre, cuando comprobó lo que estaba ocurriendo me prohibió volver a veros (para ella estaba muerto), a ti supongo que decidió decirte que el viaje había sido por que había tenido un accidente y había muerto y fue cuando os marchasteis de Tordesillas.
Dos años después cuando rompí con Berta, quise buscaros, pero no he conseguido encontraros hasta ahora. Se que soy el culpable y entenderé que estés enfadada conmigo. Pero quiero que sepas, que si tu lo quieres yo estoy aquí, para lo que necesites, ahora vivo muy cerca y tengo una posición desahogada, aunque veo que en eso no me necesitas, pero quizá sea para ti tan importante encontrar a un padre, como lo es para mi, reencontrar a mi hija. Saco de la cartera una tarjeta con su dirección y teléfono y la puso sobre la mesa
Elena seguía con su actividad, metiendo la tarta en el horno,
No sabía lo que sentía en aquel momento, “no estaba muerto, se había ido, se había liado con otra mujer y las había abandonado a su suerte”. Y ahora estaba allí, vivía cerca y pretendía recuperar a la familia que había dejado tirada en sus peores momentos, solo con aparecer con unas flores y una tarjeta.
Echo mano de su sangre fría, para no tirarle con algún utensilio a la cabeza, realmente era lo que más le apetecía en ese momento
- En este momento, no se lo que siento, aunque creo que es usted un cobarde y un sinvergüenza y debería haber empezado por pedir perdón a mi madre, yo al fin y al cabo he crecido sin mi padre, y no se si necesito uno como usted a estas alturas de mi vida.
Le agradeceré que se vaya antes de que vengan mis invitados, no quiero recordar este día con un encuentro tan violento.
- Esperaré tu llamada dijo él mientras salía, espero que recapacites, pero ahora creo que tienes razón y es mejor que me vaya
X X X
Sintió la llave en la puerta – Ramón llegaba más que puntual.
- ¡¡¡Qué rico huele!!!.
De repente se paró -Oye, pero de quién son estas flores…..?
- ……..de mi padre…….
Aquella luz, seguía siendo especial, y aquel cumpleaños, seguramente inolvidable, aún tenian que aparecer su madre, y sus tios, esos que tanto le habían ayudado cuando les abandono su padre, y por supuesto Paolo, el hombre que había cambiado su vida y la de su madre y al que consideraba su verdadero padre.
Sin ser mala la idea, yo lo contaría en tercera persona. Se pude penetrar mejor el los personajes y así evitar el lenguaje coloquial para lo que supone el drama que en relaidad se cuenta. Es una escena dramática e incluso las tareas cotidianas que realizan los personajes deberían subrayarlas. Buen año, Jesús
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